LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA EDUCACIÓN

Yojan Adolfo Botero Gómez
jbotero@ucc.edu.co

Corpaeda, Profesor Universidad Cooperativa de Colombia, Medellín

In this short essay the author initiates a discussion about the use of technologies in education. The considerations made are an invitation to teachers to question current pedagogical practice and to keep updated on the changes that technologies have introduced in school practices.

En este ensayo corto el autor pretende iniciar una reflexión acerca del uso en la educación de la tecnología a través de la historia, con el ánimo de invitar al maestro a cuestionar su quehacer pedagógico y a mantenerse vigente frente a los cambios de ésta.

En los primeros albores de la humanidad, en la lucha del hombre por la subsistencia, es su cerebro el que le permite elevarse en la escala zoológica, pues éste se desarrolla y se torna en el gestor del proceso de humanización y por ende de la tecnología.

El desarrollo del cerebro ofrece al ser humano la capacidad de razonar, genera la razón, como el elemento que marca la diferencia entre las culturas, transforma así sus costumbres, obligándolo incluso a establecerse, a construir comunidades, haciendo necesario el desarrollo de medios para la comunicación, intercambio, comercio y obligándole al establecimiento de medios para la transferencia generacional de sus vivencias, para construir así su historia.

La habilidad del hombre para la fabricación de herramientas de apoyo a sus labores cotidianas y, como lo ha sido desde entonces, el desarrollo mismo de armas, primero para la defensa y luego para el ataque, le permitieron a través de la socialización, la capacidad de transformar los recursos de la naturaleza en su beneficio para colonizar y organizarse, pero también para llevar el registro de sus hazañas y derrotas. Estos elementos llevaron al hombre a sus primeros avances en el desarrollo tecnológico. Este proceso ha sido bien complejo, extendido en el tiempo, incluso ha estado marcado por tendencias políticas y religiosas, como también de procedimientos.

Se inició primero el desarrollo de la filosofía como respuesta al pensamiento humano, posteriormente la ciencia como medio de verificación, luego con el apoyo de ambas llegó el desarrollo de la técnica y cuando el hombre pudo ser "libre" para aplicar sus conocimientos mediante la combinación de ciencia y técnica, se propició el desarrollo de la tecnología.

El hombre a través de la historia ha plasmado sus inquietudes utilizando la tecnología a su alcance. Imaginémonos cuál sería el impacto causado por la invención de la pintura rupestre, cuánto significó para la humanidad la invención del papiro y qué decir de la masificación y el progreso de la educación obtenido a partir de la imprenta.

La tecnología ha permitido al hombre realizar sueños imposibles, ha transformado las civilizaciones dejando resultados a favor y en contra, ha facilitado las herramientas de comunicación, como también ha generado marcadas diferencias entre las naciones y por ende en los seres humanos, obligándonos incluso a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en el hombre y su devenir generando preguntas que nos debemos hacer: ¿Cómo ha influido el desarrollo tecnológico en nuestras vidas?. Se supone que la tecnología debe estar al servicio del hombre, y hacer más cómoda la vida. Desde cierta perspectiva esto se ha cumplido, pero en términos generales el hecho de que la ciencia y la tecnología, a través del tiempo hayan sido reservadas para unos pocos, no ha permitido que el común de las personas pueda utilizar estos conocimientos en su propio beneficio, terminando, en algunos casos, siendo usuarios finales marginados de los efectos positivos de los mejores desarrollos humanos en ciencia y tecnología.

En el ámbito tecnológico el hombre ha encontrado la posibilidad de confrontar su realidad y sus vivencias. Qué impacto tan grande ha generado la llegada del hombre a la luna, en tan solo treinta años nuestros conceptos sobre universo, espacio, y tiempo han tomado un desarrollo sin precedentes, han cuestionado incluso los modelos políticos y religiosos.

Pero ¿cómo ha sido el impacto de la evolución tecnológica en la educación? ¿Ha servido de puente la tecnología entre el conocimiento y el aprendizaje? ¿Existe realmente un mayor número de posibilidades para acceder al conocimiento? ¿Es más fácil para la humanidad apropiarse de éste al día de hoy? Si las respuestas a estos interrogantes son afirmativas, podremos asumir o tal vez inferir, que la tecnología ha sido un apoyo a la educación. Creo que es más fácil e incluso ventajoso estudiar con bolígrafo y cuaderno en vez de pizarra y tiza, o usar la calculadora en vez de la regla de cálculo o la tabla impresa de logaritmos.

Pero la tecnología en la educación va mas allá de la aplicación de modelos pedagógicos, didácticos o de aprendizaje, que deben ser revaluados para poner la tecnología al servicio de la educación; ésta debe ser orientada a la creación de herramientas y espacios de aprendizaje con la participación del maestro. Se vive una clara realidad en este campo con el uso de la tecnología informática en la educación o la red de información.

Hoy día la tecnología informática ha permitido facilitar el acceso a la información, como también la pluralidad de la misma, abriendo una posible nivelación de oportunidades de acceso a esta. Surgen para nuestro interés educativo otras inquietudes, dadas las condiciones planteadas: ¿Estamos preparados para asumir el reto tecnológico desde el punto de vista de los procesos educativos? ¿Será posible adecuar la tecnología informática de manera óptima en beneficio de la educación?
La tecnología aplicada a la educación es un requerimiento de nuestra cultura actual, ya que la educación no puede desligarse de la influencia que la tecnología causa sobre la sociedad. Hoy parece que esa época en que estudiábamos con el apoyo de materiales como la cartilla Alegría de Leer y algunos otros de igual valor, solo existe en nuestros recuerdos.

Nuestros alumnos de hoy son de una generación tecnológica diferente; aun no nos percatamos de ello y aumentamos con nuestra displicencia el margen entre el aprendizaje a través de espacios brindados por la tecnología informática y el sistema convencional, nos aislamos del cambio que debe generarse para permitir potenciar académicamente nuestras generaciones de educandos. El hecho de que se tenga igualdad de oportunidades de espacios de aprendizaje, que pueda hacerse a su propio ritmo, obteniendo el rendimiento disponible para sus necesidades puntuales, hace del aprendizaje, un espacio de entretenimiento y estímulo continuo.

Se requiere, entonces, un cambio de paradigma, centrado en el proceso y no en la herramienta, un cambio de fondo, de forma, de presentación, de agilidad y actividad de los materiales educativos; es un cambio más de conciencia de evaluación de la tecnología para su posible adecuación, incluso siendo consciente también de sus limitaciones y la necesidad de complementos para lograr un máximo rendimiento. Esto solo se logra con un cambio de actitud personal frente a las alternativas tecnológicas, pues lo más preocupante, lo que no tiene asidero es la reacción al cambio que plantea esta reforma tecnológica. Tal vez no hemos logrado asimilar que el fondo de la propuesta no ha cambiado sino más bien el instrumento; porque el hombre a través de la historia ha perseguido metas de progreso, humanización e igualdad. En la búsqueda de esas metas las herramientas y la evolución del conocimiento han sido instrumentos eficaces. Con las tecnologías de la información (desde la escritura a Internet), a manera de ejemplo, promueven la igualdad en el acceso al conocimiento.

Por esto la oposición, intransigente o pasiva, a los avances tecnológicos no es la actitud más adecuada ante la necesidad del progreso humano y social de todos. Se requiere, más bien, acción y reflexión consciente para optimizar las posibilidades de progreso material y espiritual que ellos. Frente a esta reflexión acerca del progreso y el desarrollo tecnológico no es concebible la actitud de oposición a las tecnologías informáticas; de ahí que Delarbre (1996) afirme:

"No hay sensación contemporánea más representativa de la globalización que cuando se viaja por el ciberespacio. Un clic en el mouse de la computadora y está uno en el servidor de la Universidad de Turín. Otro más y podemos saltar a la Biblioteca del Congreso en Washington. De clic en clic se tiene la impresión de encontrarse enlazados, sino con todo el mundo, al menos con las áreas más activas política y culturalmente. Es la aldea global en donde estamos intensamente interconectados sin que por ello dejemos de ser aldeanos, podría decirse. Pero de la sensación a la realidad, hay distancias que son parte de las paradojas y limitaciones en esta vertiente de la internacionalización contemporánea."

Debemos, por el contrario, ahondar en la tecnología informática, digerirla, asimilarla, apropiarla y solo después, re-construir un modelo pedagógico que busque siempre centrado en el hombre, potenciar su capacidad de aprendizaje. Pero sería un error descargar la responsabilidad del maestro en la herramienta, pues esta por sí sola no podrá ser un elemento transformador que marque una diferencia significativa en los procesos educativos; serán los maestros quienes indaguen en la tecnología con el objetivo de lograr los elementos o herramientas necesarios para potenciar el proceso educativo.

El desarrollo humano, y con él la tecnología, seguirán su camino. Podrá ser difícil para nosotros predecir hacia dónde se dirige o cuáles serán sus horizontes: Todos los días nos encontramos con nuevas herramientas, nuevos dispositivos y diferentes combinaciones de estos; unas tecnologías se sostienen, otras desaparecen al instante, incluso se presentan las que son eliminadas sin ser siquiera conocidas o masificadas. Es cierto que algunas de estas posibilidades cumplen una función diferente a la de hacer mas cómoda nuestras vidas y terminan convertidas en fuente de estrés. Se trata, entonces, de sentarnos a reflexionar si seguimos de la mano de la tecnología, si tomamos de ella los elementos que consideremos relevantes o definitivamente nos negamos a utilizarla. De todas formas así nuestra decisión personal sea alejarnos de la tecnología, aislarnos de sus posibilidades, ella, como producto de la creatividad humana, seguirá su camino mientras existan personas dispuestas a pensar y crear para hacer más fácil y llevadera la existencia, y para crear una sociedad humanizada, fundada en principios como la solidaridad.

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